La recolección empieza a mediados de setiembre y dura hasta principios de noviembre. La recolección se alarga o se acorta, dependiendo del tipo de variedad, si es más precoz o más tardía y también en función de la climatología. La recolección la hacemos a mano, con la ayuda de toldos puestos debajo de los árboles. Las manzanas son almacenadas y ordenadas y por variedades en sacos de 20 kg o en palets abiertos para su correcta ventilación.